Nuestro enemigo puede ser nuestro mejor maestro

Nuestro desafiante puede convertirse en nuestro más valioso instructor, enseñándonos sobre la importancia de la tolerancia y la paciencia, revelándonos nuestras áreas de oportunidad y nuestros errores, y guiándonos hacia la superación de nuestro ego. Nada ocurre por casualidad; con el tiempo, llegamos a comprender esto.

En el momento presente, puede ser difícil aceptar estas lecciones, pero cada experiencia lleva consigo una enseñanza que nos ayuda a cultivar la humildad.

El amor constituye el fundamento de todo, y gradualmente aprendemos a ser más compasivos y generosos. En esta escuela de vida, todos somos semillas destinadas a crecer y evolucionar día tras día. Cuando estemos preparados, retornaremos al origen.

Lulu Sommaruga

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